Antes de contar lo que pasó en la primera semana del Gran Hermano con monstruos , voy a enumerar las reglas del juego: 1) Ganará el últim...

PRIMERA SEMANA DEL GHM

Antes de contar lo que pasó en la primera semana del Gran Hermano con monstruos, voy a enumerar las reglas del juego:

1) Ganará el último participante que quede en el castillo. El premio para el ganador será el castillo mismo, pues ¿qué monstruo no querría un castillo medieval con cocodrilos, fantasmas, maldiciones y bestias misteriosas en el sótano? Es un premio de lujo, sin duda.

2) Los participantes comenzarán a marcharse a partir de la cuarta semana, uno por semana. A menos, por supuesto, que alguno de ellos sufra algún percance fatal, ya sea desmembramiento, incineración, aplastamiento o etc. En la columna de la izquierda se encuentra la lista de los participantes para que empiecen a votar por su favorito; si un participante recibe muchos votos, se salvará de la expulsión semanal aunque los demás participantes quieran arrojarlo al foso de los cocodrilos.

3) Los participantes son monstruos, muchos de ellos con tendencias homicidas, pero aun así tienen prohibido matarse entre sí intencionalmente. Se admiten, sin embargo, las muertes accidentales.

Ahora sí viene el resumen de lo que pasó en la primera semana del GHM.

Bien, los participantes no tardaron en adaptarse a la vida en el castillo, y la verdad es que se creó entre ellos un clima bastante familiar. Como en el hemisferio sur llegará el otoño en dos meses, Aracne está tejiendo abrigos y bufandas para todos, y de paso se ha comido unos cuantos mosquitos, cucarachas y ratas. ¡Es una experta en el control biológico de plagas!

Medusa trabó amistad con los cocodrilos del foso y algunas serpientes que suelen rondar el patio. Frankie se ha dedicado a barrer los pisos (recuerden que el pobre no es muy hablador), y el monstruo bajo la cama... bueno, se ha quedado bajo la cama. A veces gruñe y rasca el suelo.

Bernarda, en su papel de investigadora ecologista, comenzó a plantar un jardín. Bublob y Martín el gólem le han echado una mano, y por ahora el suministro de verduras para los participantes y de pasto para la vaca Florinda está bien asegurado.


Rodolfo, el hombre lobo, se ha encargado de cocinar comida mexicana para los participantes que llevan una dieta normal. Tengo entendido que es muy buen cocinero, así que le he pedido su receta de enchiladas. Paquito, su loro, ayuda en la cocina y también se pone a cantar para entretener a los fantasmas japoneses. Eso sí: hemos tenido que proteger al loro de las cámaras fotográficas ya que, como dije anteriormente, estos fantasmas japoneses son algo peligrosos cuando tienen cámaras a su disposición, y Paquito es muy sensible a la luz de los flashes.

Atatrix ha continuado su campaña en contra de la conquista de Marte, tratando de convencer a los demás monstruos de firmar la petición. Todos accedieron, pero luego el robot 0010110 dijo que estaba en contra de la conquista humana de Marte pero a favor de la conquista robótica de dicho planeta, argumentando que los robots son seres superiores y merecen colonizar otros planetas. Ahí empezó una discusión que se volvió más y más acalorada, hasta que Atatrix perdió la paciencia y...


Atatrix no fue expulsada del GHM porque puso su pistola de rayos en modo aturdidor. O sea, 0010110 sobrevivió al ataque pero hubo que actualizar su sistema operativo porque se quedó atascado, tal que el robot no paraba de decir palabrotas en lenguaje binario (algunas bastante ofensivas, por cierto). De paso lo actualizamos a Linux, ya que todos los expertos dicen que es mejor que Windows.

En cuanto a Drácula, ya sabemos cómo es el conde: le gusta andar de noche, de modo que ha pasado buena parte de la semana deambulando por el castillo, cazando mosquitos o sanguijuelas llenos de sangre. Para complementar su dieta de bichos hematófagos le suministramos sangre humana de donantes voluntarios, ya que ninguno de los monstruos del castillo tiene sangre fresca o humana. Hubo un pequeño percance cuando se sentó en la biblioteca a leer: por accidente dejó caer un libro y dijo la frase "¡por la espada de sir Gandolfo!", lo cual le costó una decapitación inmediata. Afortunadamente el conde es inmortal a menos que le atraviesen el corazón con una estaca, de modo que pudo recoger del suelo su cabeza para ponerla en su sitio. Lo malo es que no pudimos limpiar la sangre de las alfombras; habrá que llevarlas a la tintorería, pues.

Al final de la semana ocurrió un incidente que nos ha dejado algo preocupados: Matilda la zombi apareció de pronto con un brazo menos. Revisando las grabaciones pudimos determinar que los demás participantes no tuvieron nada que ver con la mutilación, pero aún no hemos conseguido averiguar quién es el responsable. Seguiremos investigando. La pobre Matilda se entristeció bastante, pero como es un cadáver, pudimos reponer su brazo faltante (los cadáveres no tienen problemas de rechazo de órganos trasplantados). El doctor Roderic Frankenheimer se encargó de la reparación quirúrgica.


Y esto es todo por ahora. ¡No olviden votar por su monstruo favorito!

G. E.

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