Definitivamente había algo más extraño de lo habitual por ahí. Presencias malignas, quizás. ¡Algo que sin duda valía la pena investigar! Y con siete monstruos participantes, más cinco fantasmas japoneses y una armadura viviente, era seguro que tarde o temprano daríamos con la causa de los inesperados fenómenos sobrenaturales.
Por suerte teníamos una ayuda adicional: las cámaras instaladas por todo el castillo. Éstas registraron todo aquello que ocurría fuera de la vista
Poco a poco descubrimos que ¡el castillo había sido invadido por varios monstruos no invitados al GHM! Los muebles se movían a causa de un poltergeist, las garras pertenecían a un xenomorfo, y a los fantasmas japoneses se les había sumado una niña japonesa de ultratumba con muy mala leche y deseos de venganza. Tardamos un poco más en determinar la causa de las pesadillas, pero cuando Medusa despertó una mañana con cinco tajos en su cola, una lucecita se encendió en mi cerebro y no tardé en concluir que el responsable de los ataques era ¡el mismísimo Freddy Krueger! (menuda aparición, ¿eh?).
Ya sólo nos habría faltado el muñeco Chucky para completar el panorama, pero al parecer tenía otros compromisos. (Maldición. Me habría gustado pedirle un autógrafo.)
¿Y qué hicimos con la horda de monstruos ajenos al GHM? Bueno... les recuerdo que dichos monstruos no habían sido invitados, de modo que, tal como respondimos a la amenaza del monstruo momificado de la vez anterior, rápidamente los pusimos de patitas en
Fue bastante espectacular, por cierto. Rodolfo pegó un aullido tremendo, se rasgó las ropas (¡un momento muy intenso!) y luego corrió en pos de Freddy y la niña japonesa con los dientes expuestos y las garras estiradas. Y debo añadir, queridísimos lectores, que nunca había visto a dos monstruos escapar a tal velocidad, chillando de miedo como unas colegialas que acabaran de ver una cucaracha en el baño de chicas.
Así fue como los monstruos del GHM limpiaron el castillo de los monstruos invasores. Una semana épica, sin duda. Al final de la misma, Bublob se separó de su querida esposa Bernarda y dejó el castillo para regresar a su pantano, ya que no tenía los votos para quedarse en el GHM. Les recuerdo, pues, que la votación sigue: quienes quedan en el castillo son Bernarda, el monstruo bajo la cama, Atatrix, Drácula, Rodolfo y Medusa. ¡A ver cómo termina este descabellado concurso!
G. E.
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Hola soy la niña de 11 años otra vez.
ResponderBorrarQue imaginacion tan ocurrente tienes, ja ja ja.
Ah, y para que sepas con mas fasilidad quien soy: me llamo Barbara.Saludos
Gracias, Bárbara :-) Espero que con esto veas que los monstruos se pueden tomar en broma, así ya no asustan :-D
ResponderBorrarTienes razón, desde que me dijiste lo de tu amigo Carlos ya no le tengo tanto miedo a ese títere, sobretodo, ¿quién le va a tener miedo a un "conejito", ja, ja, ja.
ResponderBorrarSaludos (nuevamente):Bárbara. =-*
Deberías ver la película "Wallace y Gromit: La maldición del hombre-conejo". Es muy divertida :-)
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