Recibí toneladas de cartas de protesta por el artículo donde doy las
razones por las que prefiero a los gatos. Muchas de ellas eran de propietarios de perros, pero otras fueron escritas directamente por los perros y firmadas con huellas de patas entintadas. Y como estoy dispuesta a dar derecho a réplica, aquí les va una de esas cartas (publicada con el permiso de su autor, claro).
Querida Gissel (¡guau guau!):
Quedé un poco ofendido por tu artículo sobre los gatos, ya que los perros también tenemos buenas cualidades.
Para empezar, la sensatez de los gatos está sobrevalorada. Los gatos quizás no se hagan los tontos ni coman cosas raras, pero ¡son unos aburridos! Los gatos duermen unas 23 horas al día y sólo se levantan para comer. Juegan con sus bolas de lana cuando son chiquitos, pero luego crecen y pierden toda la gracia. En cambio, los perros SIEMPRE somos divertidos y estamos dispuestos a correr aventuras. Además, con la epidemia de obesidad, ¡hasta proveemos un servicio a la humanidad, ya que sacamos a pasear a esos dueños que de otra forma pasarían el día entero sentados trabajando o viendo la tele!
Uh. Está pasando un automóvil. Voy a ladrarle, enseguida vuelvo.
¿En qué estaba? Ah, sí. Iba a hablar sobre la autoestima. Bueno, no es que los perros no tengamos autoestima. Lo que pasa es que somos HUMILDES, a diferencia de los gatos, quienes se creen superiores por ver en la oscuridad y retraer las uñas. Puestos en ello, nosotros tenemos mejor olfato y no vamos presumiendo por ahí, ¿verdad?
Mi dueño acaba de llegar. Ya regreso, tengo que darle la bienvenida.
Como decía, los perros somos humildes Y AUN ASÍ LOS HUMANOS NOS HAN DEDICADO MONUMENTOS Y PELÍCULAS. Por algo será, ¿no? Los gatos fueron adorados en Egipto por cazar ratas y todo eso, pero nosotros tenemos una larga lista de hazañas propias que nos han ganado el respeto de la gente: guiar a los ciegos, ayudar a los sordos, rescatar personas en sitios de catástrofe, transportar a los inuit en trineos, atrapar delincuentes, salvar a nuestros dueños en diversas situaciones peligrosas, demostrar una lealtad impecable y un largo etcétera. ¿Cuántas películas hay con gatos como héroes? Casi ninguna. ¿Y con perros? ¡¡MONTONES!! Y por algo hasta hay una que se titula Todos los perros van al cielo. ¿Dónde está la película Todos los gatos van al cielo? ¿Verdad que no existe? ¡Ja!
Los perros somos lo más cercano en el reino animal a los superhéroes.
Y no soportaremos que se nos critique por ser serviciales. ¿Desde cuándo llevarle las pantuflas o el periódico a quien te da de comer es mala cosa? ¡¡Eso se llama AGRADECIMIENTO!! Los gatos deberían aprender el significado de esa palabra. La mayor parte del tiempo, los gatos tratan a sus dueños como esclavos y muebles de sangre caliente. Qué vergüenza.
Tampoco aceptaremos que se nos critique por ladrar. Sí, bueno, a veces nos pasamos, ¡pero existe algo llamado "libertad de expresión"! Los perros tenemos derecho a ella igual que cualq...
¡Una ardilla! ¡La voy a atrapar!
Esto... oh, ya, los perros tenemos el derecho de expresarnos como cualquier otra criatura. De hecho, los pájaros comienzan a expresarse apenas amanece y nadie los regaña por eso. En cambio, hasta les escriben poemas.
Y sí, los gatos son más ágiles, ¡pero eso es para escapar del peligro aunque dejen al dueño atrás! Nosotros, por el contrario, corremos hacia el peligro y le mordemos el trasero, sobre todo si hay alguna amenaza para nuestros queridos dueños.
Con respecto a la higiene, lo que pasa es que los gatos son unos maniáticos de la limpieza. Nosotros vamos con nuestros dueños, sobre todo los niños, y nos ensuciamos con ellos porque ES LO MÁS NATURAL. Así nos inmunizamos contra todas las enfermedades y de paso nos divertimos. ¿Y qué más da si a veces olemos feo? Para algo los humanos inventaron el jabón y los desodorantes.
¡¡Mi dueño está comiendo salchichas!! ¡¡Me voy a pedirle una!!
Por último, la mayor razón para querer a los perros es que nosotros queremos a la gente. Los gatos son unos aprovechados. Los perros, por otro lado, damos amor y compañía sin pedir mucho a cambio.
Por eso hacen bien quienes prefieren a los perros.
Saludos.
FIDO
Saludos, Fido, y gracias por tu carta. No puedo discutir esos argumentos (aunque sigo prefiriendo a los gatos).
G. E.
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