Quienes me conocen saben que adoro el Halloween. De hecho, me gusta tanto que paso tooooodo el mes dando la lata acerca de él. ¿Y por qué me...

NOCHE DE BRUJAS 2014

Quienes me conocen saben que adoro el Halloween. De hecho, me gusta tanto que paso tooooodo el mes dando la lata acerca de él. ¿Y por qué me gusta tanto el Halloween?, se preguntarán. Aquí va mi lista de razones:

1) Películas de HORROR durante todo el mes en el cable (a diferencia de la Navidad o el Día de los Enamorados, cuando nos aturden con un sinfín de películas ñoñas).

2) Las arañas y las telarañas POR FIN se ponen de moda. (Mucha gente detesta a las arañas. Yo no. De hecho, escribí un artículo en el que explico por qué me gustan tanto.)

3) Los niños se entusiasman con cosas tenebrosas. Eso me parece estupendo. Los niños no deberían temer a los monstruos de ficción, porque para monstruos ya existen los de verdad.

4) Es la ocasión perfecta para promocionar mis novelas de horror :-D

Este año mi dragón y yo hicimos una fiesta de Halloween algo atípica. Para empezar, nos había sobrado mucha cerveza de la pasada Oktoberfest. Y considerando que mi estatura es algo pequeña por naturaleza, decidí disfrazarme de leprechaun, o sea, de duende irlandés. Aunque no fue sólo por la estatura, sino porque me permitiría ir por ahí con un pote de monedas de oro chocolate, que fui devorando a lo largo de la noche :-D

Mientras tanto, puse un aviso en el periódico para reclutar más arañas y también unos cuantos murciélagos. Ya hay muchas arañas en mi casa, pero nunca tengo suficientes murciélagos. Ah, y mi disfraz atrajo a unos cuantos duendes irlandeses, quienes pensaron que estaba organizando una fiesta dedicada a ellos.

Mi dragón es demasiado grande y demasiado azul para disfrazarse de duende irlandés, de modo que prefirió disfrazarse de científico loco. Para ello no necesitó más que una enorme bata blanca y frascos con sustancias químicas (que olían sospechosamente a jugo de diversas frutas o a limoncello).

La fiesta fue de miedo. En el buen sentido :-D Al principio los duendes le pusieron cara de asco a la cerveza (ellos prefieren el whisky), pero una vez "entonados" ya no pareció importarles, y terminaron mezclando canciones celtas con canciones tradicionales alemanas. Los murciélagos también se emborracharon. Eso ya no fue tan genial. ¿Saben lo difícil que es limpiar el guano de murciélago de los muebles, las paredes y el techo? Sí, muy difícil. (Al menos podré usarlo de fertilizante en mi jardín.) La próxima vez exigiré que usen pañales.

No sé si las arañas se emborracharon, pero ahora tengo la impresión de que hay telarañas nuevas por la casa y de que muchas de ellas parecen tener severos defectos de diseño.

Repartí algunas monedas de chocolate entre los niños, pero el resto del tiempo me las comí a escondidas. ¡Ja ja! :-PPPP

Durante la fiesta pusimos toda la música de Nox Arcana más unas cuantas películas de terror, y el monstruo bajo mi cama contó unas historias especialmente tenebrosas acerca de las bolas de pelusa. Diablos, no sabía que las bolas de pelusa pudieran ser tan espeluznantes. Creo que desde ahora en adelante pasaré la aspiradora más seguido.

Creo que vimos algunos fantasmas, pero quizás fuera un efecto de la cerveza. De todas maneras, no puedo temer a los fantasmas teniendo un dragón (por razones obvias).

Terminamos la fiesta recorriendo el barrio y lanzando guano de murciélago a todos los amargados que no querían dar caramelos a los niños. Ya saben, "dulce o travesura".

Espero que ustedes también lo hayan pasado de miedo :-) Y si no... ¡vengan a mi casa el año que viene!


G. E.

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