En alguna próxima vida quiero ser una mariposa. "¿Y eso por qué?", se preguntarán. Cierto, no suena muy espectacular ni emocionant...

VIDA DE MARIPOSA

En alguna próxima vida quiero ser una mariposa. "¿Y eso por qué?", se preguntarán. Cierto, no suena muy espectacular ni emocionante, ¡pero la vida de mariposa tiene muchísimas ventajas!

Para empezar, desde que nacen hasta que inician la metamorfosis, su única actividad es comer. O sea, ¡comen todo el tiempo, sin preocuparse por la obesidad ni la diabetes tipo 2! Comen, comen, comen, crecen, crecen, crecen, y mudan la piel cuando ya no caben en ella. ¿No suena estupendo?

En segundo lugar, está lo de la metamorfosis. Al principio eres algo así como un tubo digestivo con patas, pero luego haces la metamorfosis y te conviertes en un hermoso insecto volador. ¡Y con la capacidad de ver más colores que los seres humanos! La vida de una mariposa adulta consiste en a) volar de una hermosa flor a otra, b) beber delicioso néctar (una vez más, sin preocuparse por la obesidad ni la diabetes tipo 2) y c) tener sexo.

Y en tercer lugar, las mariposas no tienen preocupaciones. Sí, pueden chocar contra los automóviles, o ser devoradas por pájaros, o morir en una tormenta, ¡pero su cerebro diminuto no piensa en nada de ello!

Aquí me dirán que las mariposas viven muy poco (entre quince días y tres meses, esto último para las Monarcas), pero bueno, mejor una vida corta y emocionante de mariposa que una vida larga, lenta y aburrida de tortuga terrestre :-P


Eh... por supuesto, cuando sea mariposa tendré cabeza de mariposa. Digo, es que así parezco una versión lepidóptera del protagonista de La mosca :-D (la versión original).

G. E.

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