Pues bien, mi pájaro favorito de Angry Birds es el pájaro bomba. Lo adoro. Es negro (me gusta vestir de negro) y ¡hace explotar cosas! Junté bastante alambre, mucho papel de periódico, algunos kilos de engrudo, pintura de varios colores, y esto es lo que salió:
¡Bien! ¡Ya estaba lista para la fiesta de Halloween y/o para reventar algunos puercos verdes!
Le mostré el juego a mi dragón Donald, pero él, en lugar de elegir un pájaro, ¡señaló a uno de los puercos! (Mmm, tendré que enseñarle a jugar a Bad Piggies.) Esta vez necesité bastante más alambre, papel, engrudo y pintura, pero entre los dos conseguimos meterlo en este disfraz:
Lo más difícil fue plegarle las alas para que encajaran dentro de la bola. Lo bueno es que puse en práctica mi origami. Lo malo es que, cuando se quite el disfraz, es muy probable que tenga que plancharle las alas a Donald para que pueda volar de nuevo. (Grunf. Detesto planchar cosas.)
Lo bueno de estos disfraces es que los hicimos con compartimientos interiores para guardar los dulces que nos den, y también para guardar explosivos y huevos podridos en caso de que NO nos den dulces y nos veamos obligados a realizar alguna travesura... (¡Uh, ya espero que alguien se niegue!)
Cuando salgamos a la calle, correré detrás de Donald como si pretendiera hacerlo explotar. ¡Vamos a armar un tremendo espectáculo! (Sólo espero que nadie sienta la tentación de tirarme a mí con un tirachinas gigante. No soy la única fanática de Angry Birds en mi ciudad.)
En fin, ya estamos por salir a divertirnos. ¡Feliz Noche de Brujas a todos los lectores de este blog! :-)
G. E.
PD: Si tienen tiempo, pueden ir a mi otro blog a leer mis dos cuentos de Halloween para este año: El invitado y La cena de Halloween. Hay fantasmas y monstruos :-) ¡Ojo con las salpicaduras de sangre...!
Miró en derredor entrecerrando los ojos. Las olas del mar saltaban sobre el muro de la playa; los árboles crujían y se quebraban como palillos de dientes; algunos cables del tendido eléctrico se vinieron abajo y las luces se apagaron. Fue cuando Javier distinguió las sombras, primero con el rabillo del ojo y luego ante él, cerrándose en círculo como leonas hambrientas. No hacían ruido, sólo se movían flotando igual que humo negro, indiferentes al viento y la lluvia.
—¡Largo! ¡Déjenme en paz! —gritó Javier por encima de los truenos. Las sombras no se alejaron—. ¡Auxilio! ¡Ayúdenme!
El muchacho empezó a correr sin esperar la ayuda que había pedido. Ya no creía que nadie pudiera salvarlo de las sombras, ni siquiera él mismo. Pero corrió de todas maneras, aprovechando el empuje del viento para aumentar su velocidad. Dejó de gritar porque eso hacía que entrara más agua a su boca, y necesitaba todo el aire que pudiera conseguir. De algún modo adivinó que las sombras venían por él, y que si llegaban a atraparlo estaría perdido. Siguió corriendo, pues, pero aún las veía a pocos pasos, estirándose como tentáculos.
Un rayo golpeó una columna. El estallido fue ensordecedor, con chispas y humo, y el agua transmitió la corriente hasta Javier, quien pudo sentir la electricidad recorriendo su cuerpo de pies a cabeza. En esos segundos no pudo pensar. Todos sus nervios hormigueaban y el corazón se descontroló en su pecho, latiendo de cualquier manera. Vio luces que sólo estaban en su cerebro; un diente se le astilló al cerrar las mandíbulas de golpe. Cuando la corriente se detuvo, él cayó sin fuerzas sobre el pavimento, de espaldas, y aunque la capa de agua amortiguó el impacto, su cráneo le envió una oleada extra de dolor.
Las sombras lo alcanzaron. Javier no sintió su tacto, sólo un poco de presión cuando lo agarraron de las piernas y lo arrastraron hacia el mar embravecido que había sobrepasado la barrera artificial. Tampoco pudo gritar. Tenía los ojos muy abiertos, inundados por la lluvia. Las nubes y la ciudad eran borrones sin sentido.
Unos disfraces muy currados, aunque he de decir que no estoy familiarizado con el juego, sé que es algo parecido a WORMS con el que me tiraba horas y horas jugando.
ResponderBorrarUn abrazo para ambos!
¡No puede ser que no conozcas el jueguito, que últimamente meten Angry Birds hasta en la sopaaaaa! ¿Bajo qué piedra vives? :-D Un abrazo y gracias por el comentario :-)
BorrarBajo la piedra nº 45. Problem?
Borrar;D
Problem, ninguno. Pero no puede ser que andes por ahí sin conocer a los Angry Birds... ¡Son geniales!
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