El acontecimiento más destacable de esta cuarta semana fue ¡el cumpleaños de Bublob, el monstruo del pantano! Los seis días previos estuvier...

CUARTA SEMANA DEL GHM

El acontecimiento más destacable de esta cuarta semana fue ¡el cumpleaños de Bublob, el monstruo del pantano! Los seis días previos estuvieron dedicados a la preparación de la fiesta sorpresa. Rodolfo, el hombre lobo mexicano, se encargó del pastel, la piñata y las enchiladas; Atatrix, con sus conocimientos en ingeniería aeroespacial, se ocupó de los fuegos artificiales; a 0010110 le encargamos la música; Aracne confeccionó las telarañas guirnaldas, y dimos suficientes cámaras a nuestros queridos y fantasmales turistas japoneses para que documentaran la fiesta de principio a fin.

Los demás participantes se dedicaron a beber y bailar como locos :-D Es decir, salvo Frankie Jr. y Matilda la zombi, quienes seguían enfrascados en su confusa partida de ajedrez.

Como sea, Bublob se puso más que contento con la fiesta, sobre todo cuando Bernarda Jones, la científica mutante caracol, se acercó a él para darle su regalo más un tierno (y algo baboso) besito de cumpleaños.


Oh, ¿no es adorable la escena? ¡Parece que ha nacido el amor en el castillo del GHM!

Bublob recibió unos cuantos regalos interesantes: peces y rocas para su pantano, un libro de recetas (101 platillos con algas, cortesía de Martín el gólem), varios CDs con cantos de ballenas y una moto acuática.

Mientras tanto, los cocodrilos del foso se unieron a la fiesta, y el conde Drácula demostró nuevamente sus habilidades para la danza.


Por cierto, sigue sin haber señales de sir Gandolfo. Tratamos de invitarlo a la fiesta utilizando la frase "¡por la espada de sir Gandolfo!", pero nada, no apareció. Esperemos que no esté tramando una venganza por la humillación sufrida en manos del monstruo bajo la cama. Atatrix tampoco halló más rastros de la supuesta momia, de modo que tampoco hubo momias en la fiesta (qué pena, ¿no?).

En fin, la cosa estaba saliendo muy bien pero acabó en forma abrupta debido a una inesperada invasión de ranas mutantes carnívoras. La primera fuente de carne fresca que encontraron fue la vaca nueva, Mumú (recuerden que a Florinda se la comió Rodolfo), y lamento decir que la pobre no se salvó de ser devorada.


Afortunadamente, Medusa, Martín y el monstruo bajo la cama se encargaron de resolver la situación antes de que otro ser vivo resultara lastimado: Medusa convirtió a varias ranas en piedra, el gólem aplastó otras bajo sus patas de arcilla y el monstruo bajo la cama se tragó el resto (Rodolfo trató de colaborar pero las ranas debían de ser tóxicas, ya que le provocaron vómitos y otras reacciones adversas poco agradables).

Y según las reglas del GHM, esta semana también comenzó la expulsión de participantes. Quien se marchó primero fue... ¡Matilda la zombi! Es decir, lo que quedó de ella. Pobrecita. Una vez que las ranas acabaron con Mumú, se lanzaron sobre Matilda y Frankie. Este último pudo defenderse con una descarga eléctrica, pero la zombi no tuvo tanta suerte, y... bueno, da igual, ya estaba medio putrefacta y empezaba a oler muy, muy mal. Además, esa partida de ajedrez realmente no estaba yendo a ningún lado.

Para terminar, Atatrix les recuerda que aún está abierta la recolección de firmas para evitar la conquista de Marte. Su argumento sigue siendo el mismo: mientras los humanos no nos llevemos bien con nuestro planeta, no tenemos el derecho de invadir planetas ajenos.

¡Feliz cumpleaños, Bublob!

G. E.

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