Antes que nada, ¡celebremos! Es que ¡uno de mis cuentos va a aparecer en una antología de relatos sobre zombis! ¡Yupiiii! Les iré contando m...

GRAN HERMANO... ¡CON MONSTRUOS!

Antes que nada, ¡celebremos! Es que ¡uno de mis cuentos va a aparecer en una antología de relatos sobre zombis! ¡Yupiiii! Les iré contando más a medida que avance la cosa. Pero ¡vaya con las vueltas del destino! Parece que todos esos sueños sobre zombis que he tenido últimamente presagiaban buenas noticias :-D ¡No hay que subestimar el poder de los monstruos!

Aquí estoy de nuevo, bailando en mi fiesta zombi con una pata de pollo en la mano:


Y puestos en ello, también reviviré mi gloria como la Reina de los Zombis:


En este momento no seré una zombi feliz, pero pueden apostar a que soy una persona muy feliz en general :-)

En fin, por todo lo anterior he decidido iniciar un nuevo proyecto para este blog. ¡Una versión de Gran Hermano con monstruos! (Si todo apunta a que tengo un talento especial con respecto a los monstruos, más me vale explotarlo.) GHM, para abreviar. Mi dragoncito Donald y yo nos encargaremos de llevarlo a cabo.

Por cierto, mi dragoncito Donald también está feliz. Le di una copita de licor de limón para celebrar mi victoria literaria y se puso un poco borrachín. Nota: no es del todo conveniente emborrachar a un dragón. El alcohol es inflamable. Por suerte pude apagar las cortinas y no hubo que llamar a los bomberos.

Volviendo al GHM, Donald y yo comenzamos buscando el lugar apropiado para instalar a los monstruos participantes. Buscamos y buscamos y, luego de visitar varios lugares con tradición monstruosa, entre ellos Transilvania, Japón y Maine, encontramos este hermoso castillo embrujado:


Fue buena idea llevar a Donald conmigo para la preparación. Conté por lo menos tres fantasmas diferentes y una maldición fatal, varios cocodrilos en el foso de la entrada, y creo que en el sótano hay una criatura carnívora de tamaño respetable (aún no la he visto pero se escuchan sus gruñidos y el sonido que hace al arrastrarse por las piedras). Por suerte mi dragoncito me salvó a tiempo de varias calamidades, aunque dos de los electricistas que instalaron las cámaras para el GHM desaparecieron sin dejar rastros. Oh, bueno. Así no tendré que pagarles.

Finalmente puse un anuncio en Facebook reclutando monstruos de diversas clases para el GHM (asumí que los monstruos, a estas alturas del siglo XXI, deben de haberse modernizado, como esas niñas japonesas fantasma que se graban en las cintas de vídeo para luego amargarle la vida a todo el mundo). Aparecieron así varios aspirantes. Hete aquí los que quedaron seleccionados hasta ahora:

EL CONDE DRÁCULA — Debo decir que es todo un honor poder contar con semejante celebridad. A pesar de los rumores sobre su fallecimiento en manos del doctor Abraham van Helsing, Drácula está vivito y coleando y muy dispuesto a ser el ganador del GHM. ¡Un aplauso, por favor!


Por cierto, se presentaron otros vampiros. Uno de ellos no tenía colmillos, brillaba al sol y no hacía más que quejarse de que no era bueno para una chica llamada Bella. Lo arrojamos al foso de los cocodrilos. Otro de los vampiros era, curiosamente, un cobrador de impuestos. Me parece que entendió mal el significado de "chupasangre". También lo arrojamos al foso de los cocodrilos.

RODOLFO EL HOMBRE LOBO — La historia de Rodolfo es muy conmovedora. Rodolfo era un trabajador mexicano que estaba residiendo ilegalmente en Alaska, EUA. Allí fue mordido por otro hombre lobo, y de pronto el pobre Rodolfo tuvo más complicaciones de las que podía manejar: ausencia de papeles, licantropía y las matanzas aéreas de lobos (esto último por culpa de Sarah Palin; si será antiecológica, la muy podrida).

En fin, Rodolfo atravesó una larga distancia de bosque en bosque para llegar hasta el castillo. No le resultó fácil, por supuesto, dado que ya no quedan muchos bosques donde esconderse. De todas maneras, Rodolfo tiene una actitud muy positiva por ser mexicano, y hasta se trajo un loro de la Amazonia. El loro se llama Paquito y tiene vocación de mariachi.


Se presentaron otros hombres lobo para la selección. Uno de ellos era muy guapo y, como no llevaba camisa, se le veían sus bien formados abdominales. Iba con una niña vampiro muy extraña llamada Renesmee (¿habían escuchado un nombre más ridículo?). Tiré a la niña al foso de los cocodrilos e invité al hombre lobo a una parrillada. Lo pasamos fenomenal.

EL MONSTRUO FRANKIE JUNIOR — Un familiar del famoso doctor Víctor Frankenstein ha seguido su línea de investigación, y debido a ello nos proporcionó a Frankie Junior. Es un monstruo más moderno que el del antiguo dr. Frankenstein, ya que tiene baterías de litio que se cargan con paneles solares o un simple enchufe (desde luego, supera en practicidad a las tormentas eléctricas). Su cerebro obtenido de un cadáver no tiene la funcionalidad completa de un cerebro vivo, pero Frankie Jr. es capaz igualmente de hacer tareas simples, como subir/bajar escaleras, limpiar las alfombras con una aspiradora o enfrentar multitudes enfurecidas y prejuiciosas. Cuenta con un magro vocabulario de veinte palabras, así que no es precisamente parlanchín.


MATILDA LA ZOMBI — La historia de Matilda es extraña pero no tan conmovedora como la de Rodolfo. Matilda era una funcionaria pública que atendía a las personas con su monótona voz y apática actitud. En algún momento, y por razones aún sin determinar, se convirtió en zombi, pero como estando viva ya actuaba como zombi, nadie se dio cuenta de la diferencia hasta que Matilda se comió el cerebro de un pobre señor que se encontraba ahí para un trámite. En fin, Matilda tampoco habla mucho. Todavía es capaz de hacer trámites burocráticos, lo cual confirma que para ciertos trabajos no es necesario un cerebro. (Mmmm, ¿significará eso que existen políticos zombis y no nos hemos dado cuenta? Habrá que investigar esa cuestión, podría ser de vital importancia.)


Seguiré adelante con la selección de participantes para el GHM. Los mantendré informados.

G. E.

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